Cuando Sasha Meneghel nació, su imagen dio la vuelta al mundo.
No era para menos: la pequeña niña carioca era la hija de Xuxa, la modelo brasileña convertida en exitosa animadora y cantante infantil que había saltado a la fama por sus historias de amor con Pelé y con Ayrton Senna. Hoy, aquella pequeña de cabellos dorados e inocente sonrisa, la “bajita” más importante en la vida de la Reina de los bajitos, tiene 25 años, logró forjar una carrera al margen de la fama de su madre y está felizmente casada con su mejor amigo.
Una niña esperada
El 28 de julio de 1988, Xuxa daba a luz en un centro médico de Río de Janeiro a Sasha Meneghel Szafir. Junto a ella estaba el empresario, modelo y actor Luciano Szafir, el hombre que había conquistado su corazón. Sasha se convirtió, de inmediato, en el centro de atención. Incluso las primeras imágenes de la recién nacida fueron emitidas para todo el país en horario estelar a través del noticiero de TV Globo. Según la revista Veja, su nacimiento se convirtió en el más documentado de la historia de Brasil.
Con una madre cantante, conductora y empresaria dedicada por completo a su carrera artística, era imposible pensar que la heredera iba a elegir otro destino para su vida. Desde muy chica, entonces, Sasha tomó con naturalidad el hecho de estar frente a las cámaras. Así, hizo varias apariciones en los programas de su madre -incluso en la película Xuxa Requebra, estrenada en 1999- hasta que en 2009 debutó en la pantalla grande en Xuxa en el misterio de Feiurinha, un film dirigido por Tizuka Yamasaki.
Pero no todo en la vida de la niña Meneghel Szafir eran los flashes: con claras habilidades para el deporte y capacidad atlética, Sasha también fue jugadora de voleibol en el equipo Club de Regatas de Flamengo. Incluso, en 2011, fue invitada por la Confederación Brasileña de Voleibol para participar de los entrenamientos con la selección brasileña Sub-19.
De redes y pasarelas
Decidida a entrar al mundo de la moda por la puerta grande, cuando terminó la secundaria en la Escuela Americana de Río de Janeiro -en 2016-, Sasha se mudó a Nueva York para estudiar en la exclusiva escuela de diseño Parsons. Su belleza y su forma de desenvolverse la llevaron de inmediato a convertirse en influencer.
De a poco, Sasha fue construyendo un nombre propio. A finales de 2016, debutó en el universo de la moda en el rol de diseñadora con una colección cápsula pensada en conjunto con Coca-Cola Jeans . “Estamos en la etapa de producción de piezas experimentales, pero nuestro objetivo es que mi colección lleve mi ADN”, aseguró la joven en diálogo con la revista Vogue. La línea de la hija de Xuxa llegó a las tiendas en febrero de 2017.