“Todas las personas detenidas como esclavos” dentro de los estados rebeldes “son, y en adelante serán libres”.
Así, el presidente estadounidense Abraham Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación el 1 de enero de 1863.
En las últimas elecciones de medio término en Estados Unidos, cinco estados votaron por eliminar el trabajo forzoso en las cárceles.
Los electores de Alabama, Oregón, Tennessee y Vermont decidieron el 8 de noviembre pasado eliminar de las constituciones estatales las exenciones que permiten la esclavitud o la servidumbre involuntaria, en un esfuerzo por prohibir la esclavitud por completo.
El resultado podría permitir a los presos presentar demandas contra el trabajo forzoso en el sistema de justicia penal, dicen expertos.
Pero un quinto estado decidió mantener la legalidad del trabajo forzado en las cárceles: Luisiana.
¿Por qué?
Hacemos un repaso de esta particular situación en el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud que se celebra este 2 de diciembre.
“Angola”
El trabajo penitenciario es una industria multimillonaria en Estados Unidos.
Unos 800 mil presos trabajan actualmente en Estados Unidos por centavos, o por nada, según las cifras que citan los expertos.
Siete estados no pagan a los trabajadores penitenciarios ningún salario por la mayoría de las asignaciones de trabajo y los presos pueden ser castigados si se niegan a trabajar, según un artículo del periodista de la BBC en Washington, Max Matza.
Luisiana en particular tiene uno de los sistemas laborales penitenciarios más notorios del país.
La Penitenciaría Estatal de Luisiana es la única prisión de alta seguridad para hombres en el estado y la más grande de EE. UU.
Ocupa un poco más de 72 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de la isla de Manhattan, en Nueva York.
Es conocida como “La Alcatraz del sur” y como “Angola”, por el país africano de donde provinieron muchos de los esclavos que trabajaban en la plantación de algodón que existía en ese mismo lugar a finales del siglo XIX (algunos historiadores sostienen que este dato es erróneo porque el comercio internacional de esclavos fue prohibido en 1807, por lo que es poco probable que décadas más tarde los trabajadores de la plantación hubieran nacido en África).
En esta prisión están detenidos más de 5.000 hombres, un gran porcentaje de ellos son negros.
Entre la gran variedad de trabajos, los prisioneros todavía cultivan y cosechan algodón.
“Si los trabajadores se niegan a trabajar, son castigados. Peones bien educados trabajan en las casas de los capataces, cocinando y limpiando. Duermen en pequeños dormitorios y se les paga de 2 a 20 centavos por hora, que solo pueden gastar en el lugar”, describe el diario The Washington Post.
¿Por qué Luisiana rechazó el cambio?
Luisiana votó a favor de mantener la excepción de la esclavitud en la votación de las elecciones de medio término después de que el legislador que había impulsado la iniciativa electoral se retractara.
Edmond Jordan, un representante estatal demócrata de la ciudad de Baton Rouge, dijo que retiró su apoyo inicial a la medida después de que una lectura más detallada de la ley propuesta lo llevó a creer que en realidad podría haber ampliado las protecciones para la esclavitud.
Actualmente, la ley establece que “están prohibidas la esclavitud y la servidumbre involuntaria, excepto en este último caso como castigo de un delito”.
La nueva propuesta sugería eliminar la frase: “excepto en este último caso como castigo por un delito”.