Según los investigadores de la Universidad de Duke y el Centro de Investigación Urológica de Carolina, en Estados Unidos, el trastorno del hombre “era consistente con el síndrome de acento extranjero (SAE)”.
“Hasta donde sabemos, este es el primer caso de SAE descrito en un paciente con cáncer de próstata y el tercero descrito en un paciente con malignidad (metástasis)”, señalan los autores.
Qué es el SAE
Hay muy pocos estudios sobre este trastorno, pero como señalan los autores, el SAE aparece más comúnmente en pacientes que sufren accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales o quienes tienen trastornos psiquiátricos.
Una investigación en 2008 llevada a cabo en la Universidad de Amberes, en Bélgica, describe al SAE como “un trastorno motor del habla que provoca una pronunciación que se percibe claramente como extranjera”.
Los investigadores señalaron que el trastorno había sido” bien documentado” en adultos con lesiones cerebrales que afectan la red motora cerebral que controla el lenguaje.
Pero también explicaron que hay informes de pacientes en los que el SAE se debió a un trastorno psiquiátrico.
Otros estudios, sin embargo, indican que el SAE puede resultar de un accidente cerebrovascular o desarrollarse por un traumatismo craneoencefálico, migrañas o problemas de desarrollo.
Según las investigaciones, el trastorno parece ocurrir debido a daños en las áreas del cerebro especializadas en el lenguaje.
Estos daños provocan una “distorsión de la articulación y los procesos de coordinación” que resultan, para el oído inexperto, en la percepción de que aquéllos con SAE están hablando otro idioma o con un acento extranjero.
Los investigadores que han estudiado el SAE subrayan, sin embargo, que a pesar de las historias populares sobre pacientes con daños cerebrales o vasculares que adquirieron un idioma o acento extranjero después de su lesión, “no ha habido ningún caso verificado en el que las habilidades para hablar un idioma extranjero hayan mejorado después de una lesión cerebral”.
“Acento incontrolable”
En el caso del paciente de Estados Unidos, su nombre y nacionalidad no fueron revelados, pero se informó que el hombre vivió en Inglaterra cuando tenía 20 años y tenía amigos y familiares lejanos de Irlanda.
Sin embargo, subrayan los autores en la BMJ, nunca antes había hablado con este acento extranjero.
“Su acento era incontrolable, estaba presente en todos los entornos y gradualmente se volvió persistente”, dicen los investigadores.
Este parece ser uno de los casos extremadamente raros que se desarrollan como consecuencia de los tumores cancerosos.
“No presentó anomalías en el examen neurológico, ni antecedentes psiquiátricos o anormalidades en la IRM cerebral cuando aparecieron los síntomas”, explican los investigadores.
Y sospechan que el responsable del SAE en este individuo fue un trastorno llamado síndrome neurológico paraneoplásico.
El trastorno puede surgir en algunos pacientes con cáncer cuyos sistemas inmunes atacan partes del cerebro, médula espinal, nervios o músculos.
El paciente fue tratado con quimioterapia pero su enfermedad, un cáncer neuroendocrino de próstata, progresó.
Esto resultó en una metástasis cerebral y una parálisis progresiva que condujo a su muerte.
Los investigadores dicen que el caso de este paciente subraya la necesidad de más investigaciones sobre el síndrome del acento extranjero.
“Esta presentación inusual destaca la importancia de la literatura adicional sobre SAE y síndrome neurológico paraneoplásico asociados con el cáncer de próstata para mejorar la comprensión de los vínculos entre estos síndromes raros y su trayectoria clínica”, concluye el informe.
Otros casos
La BBC ha documentado otros casos de personas que presentaron SAE.
En 2006, la británica Linda Walker sufrió un accidente cerebrovascular y descubrió que su acento del norte de Inglaterra había sido reemplazado por “una voz que sonaba jamaiquina”.
Otro caso fue el de Julie Matthias, de 49 años , una inglesa que quedó hablando con diferentes acentos extranjeros, incluido sudafricano, francés e italiano.
Julie desarrolló SAE después de sufrir una migraña severa en 2011 y presentó otros síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como debilidad en el lado derecho.
Uno de los primeros casos reportados fue en 1941 cuando una joven noruega desarrolló un acento alemán después de ser alcanzada por la metralla de una bomba durante un ataque aéreo de la Segunda Guerra Mundial.
La mujer fue rechazada por los lugareños que pensaron que era una espía nazi.