Esto es lo que saben los expertos hasta ahora sobre las nuevas subvariantes y lo que sus mutaciones pueden significar para las infecciones reincidentes, los síntomas, los picos de casos y las opciones de tratamiento.
A medida que va haciendo frío y más personas trasladan sus actividades al interior, el reciente descenso de los casos de covid en Estados Unidos ha empezado a estabilizarse. Las hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus están aumentando en algunos estados, incluyendo Arizona, Indiana, Illinois, Nevada, Nebraska, Oklahoma, Dakota del Sur y Wisconsin. Y ha habido una variedad de encabezados preocupantes sobre la evasión inmune y la mayor transmisibilidad de la siguiente ronda de variantes de coronavirus.
Al menos media decena de versiones del virus compiten por convertirse en la próxima cepa dominante en EE. UU., pero forman parte del mismo árbol genealógico. “Todas son descendientes de ómicron”, afirmó Albert Ko, médico y epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Yale. Aunque cada subvariante tiene mutaciones ligeramente diferentes, ninguna de ellas parece estar creando olas significativas todavía, como lo hicieron las variantes delta y ómicron cuando aparecieron por primera vez, aseguró Ko.