“No podemos salvar al mundo obedeciendo las reglas”.
Greta Thunberg dijo estas palabras al conocer el fallo de un tribunal sueco en su contra.
A pesar del fallo, horas después Thunberg y otros jóvenes volvieron al mismo sitio a bloquear la vía de acceso a una terminal petrolera y fueron retirados por la policía.
La imagen de Thunberg llevada a la fuerza por agentes policiales parece contrastar con la de la adolescente de 15 años que comenzó en 2018 a sentarse cada viernes con una pancarta afuera del Parlamento sueco.
En solo cinco años la joven inspiró protestas estudiantiles en más de 180 países, escribió tres libros y pronunció numerosos discursos en cumbres internacionales, fustigando a los líderes económicos y políticos por su inacción ante la crisis climática.
Thunberg se graduó de la secundaria en junio de este año con 20 años, más tardíamente que sus contemporáneos por haber tomado un receso para sus campañas. En ese período, por ejemplo, cruzó el océano Atlántico en un pequeño barco para asistir a la cumbre de Naciones Unidas en Nueva York.
Al graduarse, la activista sueca dijo que tras 251 semanas ya no continuaría su huelga escolar de los viernes. Pero dejó claro que seguiría luchando para que los líderes globales respondan a la emergencia climática.
¿Qué puede esperarse de Thunberg en esta nueva etapa? ¿Qué reacciones despertará no ya la niña sino la mujer adulta? ¿Muestran acciones como la de Malmo un nuevo rumbo en su activismo y en el movimiento climático juvenil en general?
De la niñez al “activismo adulto”
“Cuando Greta Thunberg comenzó su protesta afuera del edificio del Parlamento sueco en gran medida se la veía como una niña”, le dijo a BBC Mundo Chris Christensen, profesor de periodismo de la Universidad de Estocolmo.
“Después de pasar de la adolescencia a los 20 años se ha alejado un poco de esa imagen infantil y se ha acercado un poco más a lo que podríamos considerar activismo adulto”.
“Pero creo que para muchas personas a nivel internacional ella todavía está atascada en esa imagen de niña. Notas esto en muchas de las reacciones de la gente que no sabe cuántos años tiene y todavía hablan de ella como si tuviera 15 años”.
Para Christensen es posible hablar de una evolución en el activismo de Thunberg, que “se aleja de la simple protesta sentada a algo probablemente más abiertamente político e incluso a lo que podríamos considerar disidencia”.
“Malala es otro ejemplo; cuando pasó de ser una niña a una mujer su activismo también se convirtió en algo diferente. Y lo que vemos con Thunberg es que está participando en muchas acciones directas y protestas como la de Malmo y creo que eso es probablemente lo que sucederá con ella”.
“Estar donde se hace el daño”
La protesta de Malmo ayuda a comprender ese activismo más directo al que se refiere el profesor Christensen.
Thunberg ya había sido arrestada en enero en la localidad alemana de Lutzerath por protestar contra la demolición de un pueblo para abrir paso a una mina de carbón.
La joven participó en las acciones de Malmo en junio como integrante de “Reclamar el Futuro”, una organización sueca.
“Reclamar el Futuro es un movimiento de y para jóvenes de entre 12 y 30 años para resistir directamente a la industria de los combustibles fósiles que está quemando nuestro futuro”, le dijo a BBC Mundo Irma Kjellström, vocera de la organización que estuvo junto a Thunberg en las protestas de Malmo.
“Y mientras hacemos eso, creamos lo que llamamos ‘nuestra comunidad radical de esperanza’. Queremos tener un movimiento en el que podamos desafiar muy clara y concretamente lo que está destruyendo nuestras posibilidades de un futuro y también en el que podamos vivir y ser jóvenes”, agregó.
El veredicto contra Thunberg “fue el primero contra un miembro de Reclamar el Futuro”, señaló Kjellström.
Y volver a la terminal petrolera horas después del fallo fue una acción acorde al fin del movimiento, según la vocera.
“Básicamente nos enfocamos en estar exactamente donde se está haciendo el daño y en estar físicamente en el camino de la misma industria que se interpone en nuestro derecho a la vida y a un futuro que podemos esperar y soñar”.
BBC Mundo preguntó a Kjellström si la acción de Malmo es indicio de una nueva orientación para Thunberg.
“Creo que hemos visto a Greta hacer acción directa varias veces últimamente. Y creo que eso está en consonancia con el desarrollo en general del movimiento climático de los jóvenes”, señaló.
“Nos estamos volviendo más hacia detener realmente las mismas fuerzas que son la mayor amenaza y espero que eso continúe”.
Acciones legales
Además de protestas como la de Malmo, Thunberg ha recurrido a la justicia.
En noviembre de 2022, la activista fue uno de los cerca de 300 jóvenes de la asociación Aurora que demandaron al Estado sueco por lo que consideran medidas insuficientes contra el cambio climático.
“Somos una asociación dirigida por jóvenes que trabajan por la justicia climática y la forma en que hacemos esto es que usamos la ley como herramienta. La razón es que nos encontramos en múltiples crisis ecológicas que requieren una transformación sin precedentes de nuestras sociedades”, dijo a BBC Mundo Ida Edling, coordinadora legal de Aurora.
La demanda judicial de Thunberg y otros jóvenes contra el Estado sueco no tiene precedentes en el país escandinavo.
“Estamos argumentando que el Estado no está realizando suficiente acción climática y con ello está violando nuestros derechos humanos. Porque aunque vivamos en una parte muy privilegiada del mundo, sabemos que si el Estado no revoluciona el sistema económico nos veremos afectados por la crisis climática en el futuro. Y eso es violar nuestros derechos humanos a la vida, a la salud, al bienestar, a la dignidad, al hogar y a la propiedad, por lo que no vimos otra posibilidad que demandarlos”.
¿Qué dice esta demanda judicial sobre Thunberg y sobre el movimiento juvenil que integra?
“Obviamente no puedo hablar de lo que está haciendo Greta, pero diría que el movimiento juvenil se está diversificando”, señaló la coordinadora legal de Aurora.
“El movimiento juvenil se ha dado cuenta de que debido a que la situación es tan desesperada, necesitamos usar muchas herramientas. La acción legal es un camino, las huelgas escolares son otro camino, la presencia en los medios es un camino y la acción directa es otro”.