Acostumbrada a compartir una gran porción de su rutina con sus millones de seguidores, para Wanda Nara las redes sociales son una especie de segundo hogar.
A través de las mismas no solo muestra fragmentos de su trabajo, sino que también registra sus salidas con amigos, los tiernos momentos familiares que vive junto a sus hijos y hasta suele aparecer de entre casa para simplemente charlar con sus fans de la manera más fluida posible.
Esto último fue lo que hizo durante la noche del jueves, cuando sin anuncio previo dio inicio a una transmisión en vivo. La misma la hizo en pijama, con el pelo atado en una desordenada colita y recostada despreocupadamente en el sillón mientras una de sus amigas estaba acostada al lado suyo. Tan cómoda estaba, que no se dio cuenta de que la musculosa suelta que llevaba puesta se había corrido, dejando expuesto parte de su pecho.
A pesar de que tenía la mirada fija en la pantalla del celular, no notó el desperfecto del vestuario hasta que alguien le envió un mensaje para advertirla. Finalmente, mientras reacomodaba el ángulo de la cámara, Wanda dejó escapar un grito al mismo tiempo que se giraba a ver a su amiga con un gesto entre horrorizado y divertido. Ruborizada y con los ojos abiertos de par en par, exclamó: “¡Se me ve el pezón!”.Dicho eso, finalizó abruptamente el vivo. No obstante, varios usuarios ya habían realizado capturas de pantalla y de video, lo que resultó en que esos pocos segundos fueran republicados en Twitter e Instagram. Lejos de sentirse mortificada, la hermana mayor de las Nara continuó con su vida como si nada hubiese pasado y siguió compartiendo fotos y videos de su paso por la Argentina.